Un día, paseando por el mar interno, me encontré con el lugar donde los muertos duermen. Como no podía ser menos, es oscuro y cálido. Cuando entré todos me saludaron silenciosos y felices. Yo fui muy cortés y les saludé uno por uno.
Sólo uno no me saludó. No le dí importancia inicialmente. Pero luego, cuando sentí que la rigidez me invadía, me di cuenta del porqué.
La Parca tiene esas cosas.
lunes, 8 de octubre de 2007
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2 comentarios:
qué bonito, a mí también me gusta el lugar donde los muertos duermen
Vaya,gracias por el comentario.Sí,es un buen lugar para descansar,sobretodo silencioso.
Un beso,Mar
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