domingo, 14 de octubre de 2007

Días de vino y rosas


Al contrario de lo que uno pueda pensar con semejante título, ni he tomado vino ni he recibido -o dado- rosas durante estos días.
La velocidad del amor (o de la sangre) ha corrido por mis venas mucho mejor, y con mayor intensidad, que cualquier gran vino espumoso que se precie.


Como suponía,volví. Sin anticiparme, me encontré. Lo vivido..., está conmigo. Lo aún por vivir, a la vuelta de la esquina.


No era ningún tonto Billy, eso lo sabemos unos cuantos.De todas maneras, salud a todos.
Y vivan, carajo!!

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